miércoles, 4 de enero de 2012

Te haré dormir seguro Oseas 2:18

Sí, los santos tendrán paz. El pasaje de nuestro
texto nos habla de una alianza «con las bestias del campo, y
con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra». Tal es la
paz en medio de los enemigos de este mundo, de las pruebas
misteriosas y pequeñas contrariedades. Todas estas cosas pueden
quitarnos el sueño, mas ninguna de ellas lo logrará. El Señor
destruirá todo cuanto amenace a su pueblo y «quebrará arco y
espada y batalla de la tierra». La paz será inquebrantable, cuando
sean rotos los instrumentos de iniquidad.
Con esta paz habrá descanso. «A su amado
dará Dios el sueño». Los creyentes podrán entregarse al reposo
abundantemente proveidos y tranquilos.
Este descanso será seguro. Una cosa es acostarse
y otra «dormir seguro». Hemos sido introducidos en la tierra
de la promesa, en la casa del Padre, en la cámara del amor y
en el seno de Cristo; ahora sí que podemos «dormir seguros».
Para un creyente es mucho más seguro acostarse en paz, que
permanecer levantado e intranquilo.
«En lugares de delicados pastos me hará yacer
». Nunca podremos descansar hasta tanto que el Consolador
nos haga «dormir seguros».

martes, 29 de noviembre de 2011

Y Jehová va delante de ti; él
estará contigo, no te dejará, ni te
desamparará; no temas ni te intimides.
Deuteronomio 31:8


He aquí una declaración que si tenemos en
perspectiva una empresa o una lucha peligrosa, nos infundirá
valor para acometerla. Si Jehová va delante de nosotros, estaremos
seguros siguiéndole. ¿Quién puede oponerse a nuestro paso
si el mismo Señor va a la vanguardia? ¡Compañeros de armas,
avanzad con decisión! ¿Por qué dudamos cuando la victoria es
nuestra?
El Señor no sólo va delante: está con nosotros.
Arriba, debajo, alrededor y dentro, está el Omnipotente,
el Omnisciente. En todo tiempo y por la eternidad, estará con
nosotros como lo ha estado hasta el presente. ¡Qué fuerza no
debe imprimir a nuestro brazo este pensamiento! ¡Levantaos
con intrepidez, soldados de la Cruz, porque Jehová de los ejércitos
es con nosotros!
Porque va delante de nosotros y con nosotros,
nunca cesará de ayudarnos. Él no puede faltar a su palabra
y jamás faltará; seguirá prestándonos su ayuda según nuestra
necesidad, hasta el fin. Tampoco nos desamparará. Siempre será
poderoso para darnos fuerza y ayuda hasta que hayan terminado
los días de la lucha.
No nos intimidemos; porque Jehová de los
ejércitos irá con nosotros a la batalla, soportará el ardor de la
lucha y nos dará la victoria.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Salmos 94:14

17 noviembre
Porque no abandonará Jehová a su
pueblo, ni desamparará su heredad.
Salmos 94:14
Dios no dejará ni siquiera a uno de ellos.
Los hombres tienen sus desamparados; Dios no tiene ninguno,
porque su elección es inmutable y su amor eterno. Nadie podrá
encontrar una sola persona que haya sido abandonada por Dios
después de haberse revelado a ella para ser su salvación.
Esta verdad se menciona en el Salmo para
regocijo de las almas afligidas. El Señor castiga a los suyos, pero
no los desampara. El resultado de esta doble acción de la ley de
la vara es nuestra enseñanza, y fruto de ésta es un espíritu tranquilo
y un espíritu sensato que producen descanso. Los impíos
quedan solos hasta que sea cavada la fosa en la que caerán y
serán tomados; mas los justos serán llevados a la escuela con el
fin de que se hallen preparados para los gloriosos destinos que
les esperan. El juicio volverá y acabará la obra de la justicia en
los rebeldes, pero también volverá para justificar a los sinceros y
piadosos. Por tanto, podemos sufrir la vara del castigo con sumisión
tranquila, porque es señal de amor y no de ira.

domingo, 13 de noviembre de 2011

He aquí no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.



13 noviembre
He aquí no se adormecerá ni
dormirá el que guarda a Israel.
Salmos 121:4

Jehová es el que «guarda a Israel». Nunca se
halla inconsciente, ni se adormece, ni duerme; nunca deja de
guardar la casa y el corazón de su pueblo. Esta es una razón
suficiente para que podamos descansar en perfecta paz. Alejandro
dijo que dormía porque su amigo Parmenio velaba; con
mayor motivo podemos descansar nosotros cuando es Dios el
que nos guarda.
La frase «He aquí» está puesta para llamar
nuestra atención hacia esta verdad tan consoladora. Israel durmió
aunque tenía una piedra por almohada; pero su Dios estaba
despierto y se le apareció a su siervo. Cuando estamos descansando
sin defensa, Jehová mismo cubrirá nuestra cabeza.
El Señor guarda a su pueblo como un rico
guarda su tesoro, como un capitán la ciudad guarnecida, como
un centinela a su soberano. Nadie podrá dañar a los que están
guardados. Confiemos nuestra alma en sus manos queridas. Él
nunca se olvida de nosotros, nunca deja de cuidarnos eficazmente,
ni se siente incapaz de guardarnos.
¡Oh, Señor mío! Guárdame, no sea que me
desvíe y caiga y perezca. Guárdame para que guarde tus mandamientos.
Guárdame diligentemente de dormir como el perezoso,
y de perecer como los que duermen el sueño de la muerte.

Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

14 noviembre

Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo
haré.
Juan 14:14

¡Qué gran promesa! «¡Algo!» Todas mis necesidades,
grandes y pequeñas, están incluidas en la palabra «algo».
Ven, alma mía, con libertad delante del propiciatorio y escucha
a tu Señor, que dice: «Ensancha tu boca, y henchirla he».
¡Qué promesa tan sabia! Siempre debemos
pedir en el nombre de Jesús. Esto que nos anima a nosotros, le
honra a Él; es una recomendación continua. A veces hay circunstancias
en que nos parece negado todo auxilio, aun aquél
que se apoya sobre nuestras relaciones con Dios, o sobre la experiencia
que hemos hecho de su gracia; pero, en tales ocasiones,
el nombre de Jesús es tan poderoso delante del trono de
Dios, que podemos invocarlo con la seguridad de ser socorridos.
¡Qué promesa tan rica de enseñanzas! Nada
debo pedir si antes Cristo no pone sobre ello su mano y su sello.
Nunca osaría servirme de su nombre para una petición egoísta
u obstinada; sólo puedo poner el nombre de mi Señor en las
oraciones que Él utilizaría si se hallara en mi caso. Gran privilegio
es estar autorizado a pedir en nombre de Jesús como si Él
mismo pidiese; pero nuestro amor hacia Él nunca nos permitirá
poner su nombre donde Él no lo ha puesto.

¿Pido lo que Jesús aprobaría? ¿Me atrevo a
poner su sello en mi oración? Entonces ya tengo todo aquello
que busco del Padre.

viernes, 11 de noviembre de 2011

No dará tu pie al resbaladero. Salmos 121:3




Si el Señor no lo permite, ni los hombres ni
el diablo lo podrán conseguir. ¡Cuánta no sería su gloria si pudiesen
hacernos caer vergonzosamente, arrojarnos de nuestras
posiciones y hacernos desaparecer! Lo harían ciertamente si no
tropezaran con un solo obstáculo: el Señor no lo permite; y si Él
no lo permite, nosotros tampoco lo permitiremos.
El camino de la vida es como un viaje por
los Alpes. Los senderos montañosos de continuo nos ponen en
peligro de resbalar. Donde el camino es alto, la cabeza fácilmente
sufre vértigos y los pies resbalan; hay sitios tan lisos como el
cristal; otros son pedregosos, y en todos ellos es fácil caer. Quien
durante su vida es ayudado a vivir rectamente y a caminar sin
tropiezos, tiene sobradas razones para ser agradecido. Con trampas
y lazos, con las rodillas débiles, los pies cansados y entre
enemigos astutos, ningún hijo de Dios podría mantenerse firme
ni siquiera una hora, si no fuera por el amor constante de Dios
que no dará su pie al resbaladero.

Entre mil lazos voy andando,
Tu mano fiel me está guardando;
Ella hasta el fin me sostendrá
Y al monte santo me guiará.














Te doy Gracias


yo te doy gracias 
yo te doy gracias 
por tu grande amor por mi yo te doy gracias
me sacaste de tinieblas me trajiste a tu luz
y me diste vida nueva en ti Jesús.

yo soy libre para amarte y para adorarte puedo elevar mis manos 
hacia ati. senor de los cielos tu eres el cordero que diste tu vida por mi.